Efímero

Este fin de semana en donde vivo, Ponteareas, se celebró como todos los años el Corpus Cristi, la tradicional festividad cristiana, pero que en esta ciudad tiene un detalle especial: las calles se cubren de alfombras de flores!

Durante semanas, todo el pueblo participa de la recogida de flores de diferentes colores y las separa pétalo por pétalo y hoja por hoja, un laburo que se transmite de generación en generación. ¿Todo para qué? Para construir las alfombras florales más hermosas, diseñadas previamente, que serán destruidas durante la procesión del domingo (cerca de 12 horas después de haberlas terminado!)

Algunos no encontrarán sentido a este arte que tanto trabajo da para acabar tan rápido. El arte efímero, como se le llama, adquiere sentido en el hecho mismo de desaparecer, en su carácter impermanente. Se desarrolla durante un periodo de tiempo específico, siendo expuesto el proceso, resultado y/o el registro (ej: fotográfico), pero su importancia reside no sólo en la obra resultante, sino sobre todo en el proceso desde su armado hasta su desaparición.

Los conceptos que recoge, como la fugacidad, la no permanencia, lo perecedero, lo transitorio, etc., nos hace pensar también sobre la forma en que nos relacionamos con el momento, el aquí y ahora, con el paso del tiempo y el inevitable fin. En ese sentido se relaciona un poco con el vanitas, el género artístico que simboliza la brevedad de la vida.

El arte efímero está presente en toda nuestra vida, son ejemplos de ello la moda, la jardinería, los tatuajes, los graffitis. La fugacidad es moneda corriente en nuestras apuradas vidas, llegamos a un punto en el que todo nos aburre y necesitamos estímulos constantes. Sin embargo hay cosas que nos mantienen en la esperanza de perdurar o prevalecer, una de ellas es el arte. Por eso nos suena tan escandaloso que una forma artística tenga como finalidad ser destruida (y encima pisoteada por una procesión multitudinaria!).

Los monjes tibetanos hace siglos desarrollaron una forma de meditación que tiene mucho de arteterapia y arte efímero: dibujan sobre el suelo un mandala con arena de colores. Cuando esta terminado, inmediatamente se desarma, recogiendo la arena de afuera hacia adentro. Hay quienes lo soplan simplemente. Celebración de la fugacidad. Vivir el momento.

Practiquemos: hacer un dibujo para luego quemarlo, pintar un globo para luego soltarlo al aire, inventarnos un tatuaje en el brazo para luego lavarnos, escribamos algo en la orilla del mar para ver como el agua se lo lleva, hagamos un mandala en el parque para volver al día siguiente y ver que ya no existe, decoremos nuestro plato de comida para admirarlo antes de almorzarlo… el arte no es sólo mármol, museo y silencio, es lo que podemos hacer todos los días para darle sentido a cada momento!

No tengamos miedo a lo efímero. A crear y romper. Adelante!

Feliz solsticio!

Hoy 21 de Junio se celebra el solsticio de verano aquí en el hemisferio norte, una de las noches más mágicas dentro de las creencias neopaganas. ¿Qué tiene que ver con la temática de este blog? El neopaganismo nos alienta a conectarnos con nuestro interior al tiempo que somos conscientes de lo que nos rodea, somos parte de un TODO indivisible. Nos enseña sobre autocuidados, respeto a la naturaleza, fomenta las relaciones sanas y amorosas, nos recuerda lo pequeños que somos en el cosmos y al mismo tiempo el poder que llevamos dentro.

Según la tradición pagana, esta celebración se llama Litha y literalmente significa el momento más mágico del año. Es el día más largo y la noche más corta, y por ende, a partir de hoy comienza el proceso inverso, en el que la noche poco a poco comienza a crecer. La diosa madre naturaleza y el dios sol están ambos en su punto más alto, y así sus energías nos llegan a nosotros, es momento de celebrar la vida! Las fogatas, las velas, las flores amarillas, las frutas, la playa, el atardecer, una reunión familiar, una buena cena, una noche romántica, un pequeño ritual hogareño, un paseo por el bosque… la forma en que elijas para pasar este día hazlo significativo! Nadie sabe el sentido de la vida, pero qué importa si podemos llenarlo de sentido cada día!

Usemos la arteterapia: diseñemos un mandala con elementos de la naturaleza, de colores brillantes, en homenaje al sol. Puede ser en un altar, en una mesa, en un plato, en el piso, o mejor, en tierra al aire libre.

Si lo vinculamos a la otra temática del blog, el feminismo, invito a que vean este video de mujerconsciente.org (https://www.youtube.com/watch?v=Yh8zwcokMj0), donde nos ofrecen un ritual de Litha desde una perspectiva feminista, homenajeando a la madre tierra y a nuestro útero.

Si tenés la posibilidad, hacé como yo: reunite con tu grupo de yoga (porque hoy también es el día interenacional del yoga!) en una playa para hacer los 21 saludos al sol en agradecimiento y esperar la puesta de sol haciendo meditación.

Como sea, espero todos reciban este nuevo ciclo con consciencia y paz. Adelante!

Las enseñanzas de Jung

En esta ocación voy a comentar algunos aportes que hizo al tema de la arteterapia uno de los mayores maestros de la psicología, Carl Jung. Quizás unos de los primeros en teorizar y llevar a la práctica esta disciplina, contribuyó enormemente a desarrollar la idea del arte como instrumento para desentrañar el inconsciente con fines curativos y de autoconocimento. Las obras de sus pacientes, cuya intuición y curiosidad jamás reprimía, resultaban creaciones que tenían que ver tanto con experiencias personales como de su imaginación, lo que lo ayudó también a desarrollar la teoría del inconsciente colectivo (aquellas imágenes que se repiten en las expresiones de nuestro inconsciente). Esto es importante porque tiene que ver con sus dos mayores aportes al estudio y la implementación de la arteterapia: el arquetipo y el mandala.

El arquetipo refiere a aquel imaginario que categoriza diferentes representaciones de nuestra mente como personajes o formas que reúnen características particulares y podemos encontrar de igual manera en toda cultura o grupo social a lo largo de la historia de la humanidad. Es más evidente por ejemplo en el tarot o el tótem, pero también en las religiones o mitologías. La madre, el bufón, el héroe, el sabio, la muerte, etc. Personificar esos personajes, por ejemplo en teatro o en juego de rol, nos hace descubrir diferentes facetas de nosotros mismos o mirar con otros ojos a quienes nos rodean. La aparición de estos arquetipos en dibujos, relatos o sueños, nos hablan de categorías que podemos identificar como mensajes de nuestro interior y así avanzar en el proceso de sanación.

El mandala, por otra parte, es más abstracto en cuanto a formato. De hecho, utiliza formas básicas para su construcción: el círculo, cuadrado, triángulo, línea, punto. También, se trata de representaciones presentes en todas las culturas del mundo, sobre todo primitivas. Sin embargo, esto no impide verlo en todas partes hoy en día, de hecho la forma circular que se expande simétricamente sigue siendo la clásica representación del sol, por ejemplo. Así también, nuestros antepasados primitivos veían en este entramado perfecto la presencia de algo divino, superior, mágico, sagrado. En psicoanálisis, Jung comenzó a estudiar el diseño del mandala en rituales budistas e hindúes y descubrió la profunda conexión que había con el inconsciente, el autoconocimento, el ego y la percepción que tenemos de nosotros mismos. Construir un mandala nos lleva a abrirnos al mundo exterior a través de estas formas reconocibles y, al mismo tiempo, nos proporciona una especie de círculo de protección donde sentirnos seguros. Se utiliza también como método de meditación y relajación ya que nos ayuda a concentrarnos, conectarnos con el momento y relacionarnos con nuestro yo interior. Somos como un mandala: una totalidad en construcción expansiva compuesta por múltiples piezas de colores a modo de engranaje perfecto. Esta práctica nos habla de nosotros mismos, Jung lo descubrió y aplicaba este analísis en los mandalas diseñados por sus pacientes.

Para finalizar, recomiendo «Psicología y simbólica del arquetipo» del maestro Jung para profundizar en estos temas. Y sobre todo incentivo a todes a practicar realizando un mandala, individual o colectivo, no importa si no sabemos dibujar ni pintar, solo se trata de disfrutar el proceso y descubrir qué nos sucede dentro y qué sucede en el papel. Hacerlo solos es muy aliviador y con dos o más en muy divertido (mate o birra de por medio mejor!)

Siempre incentivo a todes a dibujar mandalas, yo lo hago en todo momento, quienes me conocen lo sabrán. Un consejo personal: empezar de dentro hacia afuera, luego volver dentro cuando se desee. También evitar lo más posible cerrarlo del todo, las formas abiertas dejan muchas más posibilidades!

(La foto ilustrativa de arriba corresponde a una de mis obras de la serie «Cosmos de dormitorio» donde desarrollé la idea de mandalas sobre cuerpos femeninos entrelazados, quizás algún día lo comente en profundidad)

Buen viernes y adelante!