El año pasado durante un curso de Primeros Auxilios escuché por primera vez el concepto de «autocuidado». La profe, una enfermera, se dedicaba tanto a enseñarnos las maniobras de emergencia como a meternos en la cabeza la importancia de la salud mental.
Aprender sobre primeros auxilios es necesario por muchas razones. Me siento mucho mejor conmigo misma después de haber hecho es curso, siento que era una deuda pendiente. Creo que todos deberíamos conocer lo básico de este tema, porque ayudar a otra persona en situación de emergencia no es sólo de buen ciudadano sino también de buena persona.
Pero ser un experto en estas maniobras de auxilio no basta. Hay otra cuestión tan importante como salvar una vida, que es atender las necesidades psicológicas y emocionales de los supervivientes. Cuando prestamos nuestra ayuda a alguien debemos tener en cuenta cuestiones como respetar el espacio personal, cuidar la dignidad de esa persona, tranquilizar y acompañar en todo momento, dar información verídica, entender sus necesidades y capacidades, etc.
Para poder lograr esto en una situación límite, como puede ser un accidente vial por ejemplo, debemos aprender primero a calmar nuestra mente para pensar en frío. Puede ser la diferencia entre hacer las cosas bien o empeorarlo. Los que se enfrentan a estos casos todos los días, como las personas de los servicios de emergencias, policías, médicos, bomberos, etc, saben de la importancia del autocuidado.
No solo se trata de mantaner entereza al asistir a una persona sino de cuidar nuestra salud mental durante y después del hecho traumático. Hay algunas claves para lograrlo. La respiración ayuda a mantener nuestra mente centrada y despejada, así podremos valorar con mejor precisión qué hacer. Ejercicios de meditación y mindfullness, por ejemplo, pueden ser de ayuda para esto.
Para poder socorrer a otros primero debemos ser conscientes de nuestro propio cuidado. Una buena alimentación, hidratación, ejercicio físico y descanso son las bases para un cuerpo sano y libre de estrés, el gran tormento de nuestra generación. Una mente estresada sólo encontrará en su camino problemas y barreras, ninguna solución.
En nuestro día a día se suceden un montón de escenas que de una u otra manera nos afectan negativamente. Nadie está libre de ello. Encontrarnos en una situación en donde nuestra vida o la vida de otra persona depende de nuestro accionar inmediato puede ser una de esas tantas escenas que mejor no encontrarse, pero que están dentro de lo posible.
Pero tampoco es necesario llegar a esos extremos para preocuparnos por nuestro cuidado personal. Creo firmemente que si queremos influir positivamente en los demás primero debemos mirar hacia nosotros mismos y sanar nuestras propias heridas. El autocuidado debe ser materia obligatoria en la vida de toda persona.
Empecemos paso a paso. Elegir un día de la semana para dedicarlo exclusiavamente a mimarnos y consentirnos. Un baño relajante, una comida favorita, una actividad que disfrutemos, unas horas para aprender algo nuevo, o simplemente dedicarnos a mejorar nuestra comunicación con las personas que nos rodean.
En estas rutinas de autocuidado es importante equilibrar tanto aspecto físico como mental y emocional. En el primero se incluyen como dijimos el ejercicio diario, algun paseo, la alimentación, limpieza. En cuanto a mental, refiere a las actividades que nos relajan o despejen la mente, como leer, encontrarse con amigos, hacer manualidades, apagar el celu. El aspecto emocional, por último, nos lleva a conectar con lo más profundo de nuestro ser. Aquí sirve practicar yoga o meditación, escribir nuestros pensamientos, hacer alguna rutina de mindfullness. Cualquiera de estas actividades pueden ser en soledad pero también organizarse en pareja o en familia.
Todo este combo nos va a permitir enfrentarnos a los vaivenes de la vida con optimismo y autoconfianza, siempre listos para poder resolver lo que sea que se nos ponga delante o por lo menos mantener la mente clara para lo que el momento requiera. No siempre vamos a ser los héroes, pero sabremos que somos capaces de dar una mano en lo que podamos sin superpoderes.
Busquemos ser siempre la mejor versión de nosotros mismos. Adelante!